Ep9. Claves para optimizar tu reserva cognitiva
Para potenciar tu reserva cognitiva y cerebral necesitas hacer cambios. Es muy posible que muchos de tus hábitos actuales no sean tan “neurosaludables” como piensas o que no promuevan esa resistencia tan necesaria de tus neuronas ante el paso del tiempo. La buena noticia es que está en tus manos poner en marcha conductas más enriquecedoras para potenciar la salud de tu cerebro.
En 1988, un estudio publicado en Annals of Neurology produjo un pequeño terremoto en el campo de la neurociencia. Después de analizar post morten el cerebro de 137 personas de edad avanzada, se identificó un patrón significativo.
Un grupo de ancianos experimentó una pérdida de facultades mucho más lenta y progresiva, a pesar de mostrar evidencia de sufrir la enfermedad de Alzheimer. Además, los investigadores identificaron que estos hombres y mujeres tenían cerebros de mayor peso y volumen.
A partir del anterior descubrimiento, se infirió que mantener un cierto nivel de actividad mental protege frente al deterioro cognitivo asociado al paso del tiempo en el contexto de una demencia incipiente.
Es más, esta capacidad cerebral puede ayudarnos incluso a fortalecer funciones cognitivas como la memoria, la atención, la creatividad, o la resolución de problemas, entre otras.
Cómo llevarlo a la práctica
La reserva cognitiva es la capacidad de recuperación del cerebro ante cualquier daño, ya sea una demencia, el simple paso del tiempo o incluso una lesión traumática. Es crear y desarrollar nuevas redes neuronales capaces de aumentar el tamaño del cerebro y el recuento de células.
Una investigación de la Universidad de Columbia afirma que cerca del 25 % de ancianos que cumplen con los criterios clínicos del alzhéimer no desarrollan la enfermedad. La respuesta podría estar en este factor.
Por tanto, potenciar tu reserva cognitiva cerebral es una de las mejores inversiones para cuidar tu salud. A continuación, te enseñamos cómo.
- Los cambios son buenos
Al cerebro no le agradan los cambios. Sin embargo, promover variaciones en la rutina termina favoreciendo la adquisición de nuevos conocimientos. Toda novedad es un estímulo para la mente porque la mantiene atenta, despierta y lista para reaccionar de manera creativa.
Estas variaciones pueden ser pequeñas. Basta con romper la rutina de vez en cuando, con explorar nuevos terrenos, ya sea en la parte intelectual o en la parte social. Los escenarios desconocidos son oportunidades para crecer.
- Aprende, sigue estudiando
No importa tu edad o lo que te rodee ahora mismo: los trenes nunca dejan de pasar para quien sale a buscarlos. Por tanto, nunca es tarde para aprender a tocar ese instrumento que tanto te atrae. Puedes matricularte en ese curso o carrera que siempre has tenido en el horizonte y que por diversos giros del destino no pudiste cumplir.
- Ponte metas a corto y largo plazo
Una vida sin propósitos es una realidad falta de alicientes. Si deseas potenciar tu reserva cognitiva es momento de situar en tu horizonte objetivos a corto y largo plazo para después trabajar en ellos. Ese motivante te mantendrá activo en todos los sentidos.
- Viaja, dónde y cuándo sea
Por norma, el territorio y la cultura cercana son grandes desconocidos para nosotros. No es necesario comprar un billete a la otra punta del mundo. Lo que importa es que viajar expande la mente, favorece la humildad y la conexión con nuevos escenarios, gentes, tradiciones…
- Sí a la buena alimentación
Para potenciar tu reserva cognitiva y cerebral es imprescindible que dejes a un lado hábitos nocivos como el tabaco, el alcohol o incluso la mala alimentación. Tu cerebro y tu salud agradecerán una dieta equilibrada y variada donde no falte fruta y verdura fresca, en lugar de tantos productos procesados.
- La conexión social para potenciar tu conexión cerebral
Mantener diálogos interesantes, reír, descubrir, compartir instantes distendidos con buenos amigos y familiares son alicientes extraordinarios para potenciar tu reserva cognitiva y cerebral. El cerebro es un órgano social y necesita de las conexiones con los demás para que fluyan las emociones positivas, la empatía, la confianza…
- Vida activa y buen descanso nocturno
El ejercicio aeróbico, como caminar, correr, nadar, bailar o ir en bicicleta, aporta oxígeno y nutrientes al cerebro. Basta con media hora de actividad física al día de media intensidad, para potenciar tu reserva cognitiva.
Por otro lado, también es importante cuidar tu higiene del sueño. Dormir entre 7 y 8 horas durante la noche fortalecerá tu salud general y neurológica.
- Gestiona el estrés
Es decisivo que integres en tu día a día adecuadas técnicas de gestión del estrés. Establecer prioridades con audacia, resolver problemas, detectar pensamientos poco útiles, manejar las emociones y aplicar adecuadas estrategias de relajación, ofrecerán calma y equilibrio a tu mente. De este modo, tu salud cerebral lo agradecerá, aumentando día a día tu reserva cognitiva.